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miércoles, 8 de agosto de 2012

Historias de Sierra Nevada I

Como muchos ya sabréis estoy concentrado en Sierra Nevada con César Cabreira para preparar la vuelta a  Palencia. Llevamos aquí arriba desde el día 27 de Julio y como es normal suceden cosas divertidas y otras no tanto. Pues resulta que hoy César y yo salimos por separado a entrenar, yo salí unos 15 minutos antes de casa que él, y nos encontramos en el circuito donde entrenamos habitualmente. Todo iba genial, estábamos entrenando con Cobo, hasta que César me dijo "ei Iván dame las llaves que voy para el piso ya" fue en ese momento en el que me di cuenta de que él no tenía las llaves y yo tampoco. Total que acabamos el entrenamiento y empezamos a plantearnos la forma de entrar en el piso, dando especial importancia a no llamar a un cerrajero porque no queríamos perder un riñón (seguro que era carísimo). A partir de ahi empezó una sucesión de ideas cada una más absurda que la anterior. Primero intenté abrir la puerta utilizando un cartel de imán que estaba pegado en el ascenso como si de una radiografia se tratase (sin éxito). Después de esto se nos ocurrió desmontar la cerradura con las herramientas de César, craso error, pues solo conseguimos quitar la chapa y no valió de nada. La siguiente opción fue utilizar una hoja plastificada que había pegada en la pared como si fuera otra radiografía (sin éxito también).Después de esto César salió del edificio y fue a la parte trasera y consiguió subirse al tejado desde donde decía que con una escalera podía llegar a la ventana (la ventana estaba a unos 3 metros) pero nos dimos cuenta de que la ventana esa estaba cerrada y que debíamos intentar entrar por otra que estaba por el lateral a unos 6 o 7 metros de altura. Buscamos en la obra que hay al lado pero no encontramos una escalera y no era apropiado robar una andamio (¿o si?) preguntamos a uno de la obra pero dijo que no tenían nada. Finalmente decidimos llamar a Fatmi, el conserje, y preguntarle por una escalera, dijo que tenía pero cuando vio la altura descartó automaticamente esa opción pero nos dijo que tenía una radiografía y podíamos intentar abrir la puerta con ella (debo señalar que lo llamamos al llegar al edificio para saber si tenía llaves de repuesto y nos dijo que no, y tampoco mencionó que tenía la radiografía) tras unos cuantos intentos conseguimos abrir la puerta, GRACIAS FATMI.
Total que en lugar de comer a las des de la tarde comimos a las cuatro perdiendo una hora o más dando vueltas.

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